X Encuentro Interescolar de Filosofía


Este Jueves 01 de Octubre comienza la X versión del Encuentro de Filosofía, instancia que ha permitido a los jóvenes producir textos filosóficos analizando críticamente diversos tópicos del mundo. No es fácil escribir, exponer y debatir durante dos días con total libertad y respeto, por eso hace unos años comenzamos con este desafío que se ha consolidado como un espacio en donde se vive la reflexión, la crítica y las propuestas frente a los problemas. A continuación presentamos los Ensayos que serán leídos y debatidos y, por lo mismo, invitamos a los lectores a hacer comentarios a los distintos jóvenes que trabajaron arduamente en sus proyectos.

Hernán Quinteros

miércoles, 30 de septiembre de 2009

¿NORMAL…?

Francisca Zamora
III Medio B
Colegio Almenar del Maipo

Generalmente (casi siempre) cuando se le pregunta a alguien su percepción sobre la locura, o su opinión de las distintas actitudes del hombre, siempre se alude a la palabra “normal”. Es comunmente usada en nuestra vida cotidiana, pero constituye una realidad compleja por sí sola.
Normal: Que se halla en su estado natural.
En cualquier diccionario es posible encontrar esta definición. A simple vista, oido en realidad, parece una acepción sencilla, fácil de entender, pero hagámonos la siguiente pregunta: ¿cuál es nuestro estado natural?. El hombre no tiene un “estado natural“, está cambiando constantemente. Si se intenta comprender como “estado natural” el entorno donde vive, su trabajo, su lugar de estudios, etc., esas vendrían a ser solo el contexto y/o ambiente en donde se desenvuelve el hombre. El hombre no puede aspirar a tener un “estado natural” que sea comprendido como tal por el resto; existe una variedad infinita de opiniones y criterios sobre el.
Pongamos por ejemplo a una persona X: Pepito. Pepito está en un colegio como este, tiene compañeros prototipo “joven + fin de semana = carrete”. De vez en cuando Pepito sale uno que otro fin de semana con sus compañeros; baila un rato, lo pasa bien; carretea. Hasta ahora, si yo les preguntara que les parece la vida de Pepito, la mayoría de ustedes me diría “parece bastante “normal”, ¿qué pasa con eso?”. Pero ahora sumémos que Pepito va a la iglesia TODOS los Domingos, que pone a Dios por encima de todo y que vive una vida “cristiana”. ¿Todavía se percibe a Pepito como alguien “normal”? Porque para Pepito puede ser “normal” mantener este estilo de vida y puede considerar “anormal” a los que no comparten su estilo de vida, pero ¿consideran los compañeros de Pepito; un sujeto que confía ciegamente el alguien a quien no puede ver ni tocar, a Pepito “normal”?
Primero, quisiera aclarar que no pretendo ni atacar ni criticar a las personas que creen en Dios, que van a la Iglesia o que mantienen una vida cristiana (de hecho, yo mantengo un estilo de vida así).
Pero me llama profundamente la atención lo cerrados que somos para aceptar lo “normal” del resto, el “estado natural” en el que se desenvuelven personas ajenas a nuestro entorno, o incluso, personas dentro de él.
¿Será porque fuimos formados de una manera y rechazamos rotundamente cualquier forma de ser de otras personas?, ¿será porque nuestro criterio se forma de una manera “única y especial” en cada uno de nosotros?, ¿o será en realidad que nuestro criterio es formado por nuestro entorno, y todo lo que esté ajeno a el nos parece erróneo?
Porque nadie nace con un criterio formado, nadie nace con la capacidad de decidir que es bueno o malo para el o de decir que es “normal” o “anormal”; nos guste o no, todos fuimos, seguimos y seguiremos siendo manipulados para formar un “criterio propio”. Se podría decir que parte de esta formación técnica parte dentro de la misma familia; una de las instituciones más poderosas de nuestra sociedad.
Probablemente, nuestros padres nos han inculcado los valores que ellos consideran importantes: la honestidad, la humildad, la lealtad, la confianza, el respeto, etc., y seguramente muchos conservan parte de esos valores como parte de su forma de ser, parte de su “normalidad”. Y a medida que vamos creciendo nos siguen diciendo lo bueno o lo malo, lo que se debe y lo que no se debe hacer. Y para aquellos que digan “mis papás no me restringen, y prefieren que yo viva libre y tome mis propias decisiones”, pues de esa manera igualmente están siendo manipulados, ¿o es qué al decir que hay padres que restringen a sus hijos porque no quieren que vivan los errores que ellos cometieron, no están diciendo que su método de enseñanza es “normal”, y que el de los otros es egoísta? Porque no veo de que otra manera se puede ver.
Este proceso se repite a medida que vamos creciendo (y supuestamente “formando nuestro criterio”). ¿No es acaso con los compañeros de colegio (en primera instancia) con los que uno discute, y de cierta manera se deja “influenciar”? Por ejemplo: después de una salida a un lugar A con sus amigos, a Pepito se le pasa la hora y llega tarde a su casa; en donde sus padres lo retan por haberse demorado.
Supongamos que Pepito llegó a las 10 de la noche. Si Pepito le comenta esto a sus compañeros, la gran mayoría (si es que no todos) le dirán algo como “oye, pero que cuáticos tus papás, si a las 10 todavía es temprano”, o “que pesados tus viejos, ¿cómo no entienden que tu estai creciendo?, como tan represivos”. En este caso Pepito se convencerá de que seguramente él es el único con este tipo de problemas; que el resto vive libremente y que el es un ser reprimido, y que Dios le puso por alguna extraña razón, a los padres más cerrados y reprimidores del mundo. Y poco a poco Pepito va cambiando su forma de pensar con respecto a ciertas cosas; pero no es porque está creciendo y esta formando su propio criterio, sino porque el resto lo moldea de acuerdo a la forma que ellos quieren; lo que les parece “normal”.
¿En qué minuto, en qué pequeño lapso de tiempo hay una pequña colusión para establecer una definición de lo normal?, ¿cómo es que de repente a todo nuestro entorno algo le parece normal?. Les voy a dar un ejemplo, que en su minuto me pareció irrelevante, pero que más tarde me di cuenta de lo extraño que fue; hace no más de 3 semanas, el colegio realizó una actividad con respecto al consumo de alcohol y drogas, pero previo a eso, el equipo de orientación en conjunto con el profesor de filosofía, seleccionaron a dos alumnos por curso de la enseñanza media para dar su opinión con respecto al tema y organizar un mini-debate frente al resto de la media. Pero cuando se planteó esta idea, un alumno dijo “profe, no sirve de nada hacer un debate así, ya que todos tenemos una idea en común acerca de este tema”, afirmación que fue seguida de una corroboración positiva por parte del resto. Ahora, ¿cómo es que esa persona sabía que todos pensábamos igual?. A lo mejor es por el ambiente en el que él se desenvuelve, o porque con sus amigos mantienen una opinión común, pero de ahí a dar por sentado que la idea era común en todos… Efecto producido por una sencilla razón: nuestro entorno. Muchas veces por encontrar un cierto grupo de personas que piensan de una forma similar a la nuestra, damos por sentado que el resto va a pensar igual, y el que piense diferente, es simplemente apartado de ese grupo. Admitámoslo: somos cerrados a las normalidades ajenas, si es que no creen que sea así, pregunténse porque tal persona no está en su grupo común de amigos o porque no saldrían con el/ella al cine.
Y es que muchas veces nos resignamos a esta normalidad que nos rodea, sin detenernos a pensar en otra. La gran mayoría seguramente ha visto Matrix; la idea de que todos estemos conectado a una máquina que nos controle a su antojo pero sin que nos demos cuenta, puede parecer tan subjetiva como posiblemente real a la vez; después de todo, ¿quién nos dice que no es así?. Pero lo que quiero rescatar de este punto, es que muchas veces creemos en algo porque nos dicen que es así, sin nosotros mismos preguntarnos el porque de eso.
La idea tampoco es que si uno no se curado nunca vaya y se cure porque no sabe como es esa sensación; sino que es preguntarse ¿creo en esto porque me lo han dicho?, ¿me he detenido a buscar, incluso pensar en otra alternativa, en otra idea?. Un caso que me llama la atención en mi curso es el tema de las relaciones prematrimoniales.
En mi curso 2 personas de 23, creen que las relaciones sexuales deberían limitarse al matrimonio. Del resto, creo haber escuchado solamente de un par de personas que están de acuerdo con las relaciones prematrimoniales, pero que no van a hacerlo solo por hacerlo, sino que con una persona a la que amen demasiado y a la cual consideren la persona indicada. El resto, al hacerles la pregunta ¿llegarías virgen al matrimonio?, el 99% (podría ser el 100%) responde “ni cagando”, si se les pregunta el porque, simplemente es porque no y punto, y a los dos que se manifiestan en contra, siempre que plantean su postura los miran con cara de bichos raros. Los que se manifiestan en contra aluden a que “no encuentro normal esperar tanto tiempo, ¿de qué te sirve?; “ o ponte en el caso de que no te guste el sexo, ¿cómo lo harías en ese caso, te divorciarías?. Respuestas así son las que se escuchan cuando se toca el tema; casi nadie pregunta ¿POR QUÉ?, porque razón se tiene esa postura, con que convicciones y que se espera de eso, generalmente, y me incluyo en eso, cuando nos pasan a llevar nuestra normalidad, actuamos como erizos de tierra. No se si los conocen, pero si uno los toca, se erizan, sacan todas sus puas y no dejan que los toquen. Pensemos por un minuto que tan erizos estamos siendo.
Otro tema que genera controversia con respecto a lo “normal” es la homosexualidad. Si yo les pregunto, ¿un homosexual es una persona normal?, ¿qué me dirían?. ¿Bajo qué criterios no es normal un homosexual? Si es religioso, no es una persona normal, no lo condeno, pero no acepto su forma de ser; si es político, lo acepto, pero no su unión matrimonial; si es social, depende desde dopnde se lo mire. Entonces a fin de cuentas, ¿qué criterio lo acepta como normal? Conocido creo que ninguno, pero yo me pregunto, ¿de adonde nacen estos criterios?, ¿en qué minuto, un grupo que compartía una influencia común dijo “según nuestra forma de pensar, formaremos un criterio común”? Porque si es por eso, formemos el criterio de los estudiantes, sacamos las ideas comúnes y se las imponemos al resto, bellísimo…
¿Por qué? Si una persona no persona no tiene las mismas bases sexuales (por decirlo así) que elresto de los que somos “normales”, es inmediatamente encasillado en el espacio de los anormales y tildado de raro; ¿cómo esperar que no tengan rencores contran la sociedad, si la sociedad los encasilla donde estan?
Por favor, la próxima vez que hablemos con alguien que no tiene nuestra influencias, o que no actúa de acuerdo a los criterios que existen, no hagamos de erizos, y escuchemos, abrámonos a su normalidad, no intentemos imponer nuestra normalidad: RELACIONEMOSNOS.
¿Qué es normal entonces?, después de todo, ¿podríamos llegar a una definición normal común? Sencillamente: no se puede establecer una definición, hay demasiadas personas en este mundo y 0 capacidad de acepatr la normalidad ajena a nuestro círculo, incluso a la normalidad dentro de él. Es una idea casi utópica aspirar a tener una idea así. Un mundo, incluso más pequeño, un país que tenga esta idea común, en donde nadies es anormal, sencillamente es normal a su manera, un lugar en donde nos abrámos a las otras personas, en donde no importen los criterios políticos, sociales, religiosos, etc., no duraría mucho, ¿por qué? Por la misma razón de este ensayo, si lo hago es porque no estoy de aciuerdo con este tema. ¿Cuánto creen que duraría sin que alguien dijera “¿y por qué no puedo pensar como yo quiero, por qué me imponen este sistema? Al sistema perfecto no le doy más de un mes.
Entonces, definiendo lo normal, dando una asepción de ella, se seguiría “educando” de acuerdo a la idea propia y todo parte en casa; si alguna vez tenemos hijos, ¿no los vamos a educar de acuerdo a lo que nos parece correcto?. Intentar cambiar ese sistema sería ir contra una de las instituciones más poderosas y más antiguas del mundo.
Lo único que podemos hacer, es detenernos a pensar en esto, si estoy siendo egoísta, o si es que me detengo a razonar en el porque hago las cosas de tal manera, y si es que estoy aceptando otra normalidad sin discriminar, sin haber llegado a conocer de verdad a otra persona.

No hay comentarios: