X Encuentro Interescolar de Filosofía


Este Jueves 01 de Octubre comienza la X versión del Encuentro de Filosofía, instancia que ha permitido a los jóvenes producir textos filosóficos analizando críticamente diversos tópicos del mundo. No es fácil escribir, exponer y debatir durante dos días con total libertad y respeto, por eso hace unos años comenzamos con este desafío que se ha consolidado como un espacio en donde se vive la reflexión, la crítica y las propuestas frente a los problemas. A continuación presentamos los Ensayos que serán leídos y debatidos y, por lo mismo, invitamos a los lectores a hacer comentarios a los distintos jóvenes que trabajaron arduamente en sus proyectos.

Hernán Quinteros

miércoles, 30 de septiembre de 2009

EL CULTO AL EXITO

Jorge Vásquez
IVº medio.
Colegio International Country school

Desde que nacemos, nos muestran la importancia de ser una persona exitosa en la vida. Nos recuerdan que tenemos que ser exitosos como nuestro padre, hermano, tío, primo, el amigo de la familia, y un sin fin de ejemplos a los cuales tenemos que perseguir.

A medida que vamos creciendo se nos enseña en todos lados que en una sociedad capitalista como esta, se consigue el éxito a través de los bienes materiales, se mide según el poder adquisitivo que alcanzas, eres exitoso porque tienes tal empresa, puedes comprar ese auto, como es tu casa, tus inmuebles, el saldo de tu cuenta corriente, y todo lo que pueda imaginarse que tenga algún valor material.

Una persona pudiente es una figura importante en esta sociedad solamente porque es el propietario del capital (para que hablar de personajes como Farkas o Sebastián Piñera). Resulta penoso pensar que quitado de su capital, esa persona no sería nada. Lo particular del capital es que tiene la característica de ser cuantitativo, y por esto es posible diferenciar un capitalista de otro solamente por el dinero que representa. El que es dueño de una gran cantidad ocupara en la escala social un puesto más alto que el que tenga menos. Poder, reputación, fama se ven reducidos a medirse en pesos.

Puede llegar a ser exitoso el que tiene la capacidad de alcanzar todos los bienes materiales que quiera, y sin embargo no puede ser exitoso como padre, esposo o amigo.

Debido a que en cada momento se nos recuerda que el éxito en la sociedad consiste en aumentar el capital propio, las personas promedios, las que viven con lo justo, quieren salir de su inestabilidad, estar más arriba que sus pares, pero cuando llegue a un “mejor estatus” no se conformará y nuevamente querrá más ¿Por qué esto se tiene que considerar como éxito?

Al hablar sobre esto hay una pregunta que no podemos dejar de hacernos… ¿trabajar para vivir o vivir para trabajar? Parece algo muy fácil de responder. ¿Quién en su sano juicio te dirá que vive solo para su trabajo? ¿Pero es que acaso no les estará pasando a muchos sin siquiera darse cuenta? Muchos exitistas dirán que las oportunidades hay que aprovecharlas, que luego vendrá el tiempo de disfrutar, que comprando esto o aquello dejaran de trabajar así, que hay que subir a una posición más elevada en la empresa y ahí todo se volverá muy fácil. De esta forma, poco a poco se van olvidando de quienes son y para que están aquí, si es que en algún momento se detuvieron a pensarlo.

¿Acaso esa oportunidad los hará más felices? ¿Les permitirá estar más tiempo con sus seres queridos? ¿Podrán compartir las ventajas que les da esa oportunidad con los que aman?

Muchas veces hemos escuchado que el dinero compra la felicidad y no puedo estar de acuerdo con esto. Es verdad que sin absolutamente nada de dinero no se pueden satisfacer las necesidades básicas, pero entonces tu meta sería llegar al final del día sin hambre y sin frío ¿Dónde dejan lo emocional y espiritual? ¿Dónde queda entonces el compartir con los demás? De nada te sirve el dinero si no buscas mejorar emocionalmente… No serás realmente feliz. La competencia continua por obtener más y más cosas solo te terminará dejando cansado, frustrado y endeudado.

¿Que es lo que pasa con el ciudadano que trabaja y trabaja para tenerlo todo, dejando incluso de lado a su propia familia, desperdiciando momentos que pudieron haber sido felices, mientras piensa que el dinero compra la felicidad? ¿Cuándo va a ser feliz? ¿Qué pasa si se les presenta una oportunidad mas tentadora… le van a decir que no?

Una persona exitosa marcará un estándar, un modelo a seguir, para que otros deseen llegar a esa misma cima, para ser vistos como exitosos. De esta forma los medios nos venden continuamente el exitismo en diferentes ámbitos: Tienes que tener mucho dinero, viviendo en este barrio serás visto como alguien importante, usando este tipo de ropa te admirarán, ten este estado físico, de otra forma no serás nadie, un total fracasado en la vida. Claramente no te lo dirán con estas palabras… pero el mensaje es claro.

Siempre deseamos tener éxito, pero esto se volverá difícil si deseamos el que alguien más alcanzó, creándonos una dependencia, siempre siguiendo un líder. Mientras más nos parecemos a los demás, más nos vamos olvidando de nosotros mismos, y de lo que en un principio buscábamos.

Entonces, ¿que hacer para no seguir un camino erróneo?
Albert Einstein dijo una vez: “Intenta no volverte un hombre de éxito, sino volverte un hombre de valor”.

Por valor, se entiende aquello que es gustoso, amable, digno de aprobación, de admiración o útil para un fin determinado.

Un hombre digno de aprobación y digno de respeto… Respeto, algo que se gana con los actos, que no se compra y que nadie esta dispuesto a regalar. Simplemente no podrás ser respetado en tu largo camino a la cima del éxito… si no respetas a tus pares.

El tener fama de ganador atrae, y el deseo de obtenerla se puede volver una obsesión de querer siempre más, llevándote a un estado en el que te creerás omnipotente en todo sentido.

Y créanme que esto no solo tiene que ver el dinero, es cierto que este es uno de los puntos que saltan más a la vista…pero podría nombrar un gran número de situaciones cotidianas en las que apreciamos esta religión del exitismo.

Por ejemplo, el sexo…
Así es. Nada mas natural y sin angustias que el sexo… o eso es lo que muchos creen, sin darse cuenta de lo que ellos mismos están asegurando.
Porque esto del exitismo, del incansable modelo a seguir nos persigue a donde sea, uno que se nos impone en la televisión, Internet, revistas, el cine, los diarios, etc.

Nos vemos inmersos, sin siquiera quererlo, en un mundo en el que se nos exigen cuerpos perfectos: jóvenes, musculosos, contorneados con pechos firmes… incluso si hay que recurrir a la cirugía.
Y no solo eso, va incluso más allá: tenemos que estar siempre con ganas y por supuesto, las mujeres deben estar dispuestas a cumplirnos.
El hombre debe estar siempre firme, con una erección inquebrantable, sin un solo indicio de decaimiento.
Nuestro miembro debe tener tantos centímetros de largo y lo mismo de grosor.
Un verdadero macho debe nacer sabiendo como se estimula a una mujer, por supuesto sin que ella nos diga que es lo que en realidad le gusta.
Durante el coito hay que durar cierto tiempo antes de eyacular, de lo contrario, te transformas en un eyaculador precoz.
La mujer esta obligada a apurarse en llegar a un orgasmo y tiene la presión de llegar al mismo tiempo que el hombre.
Es necesario cumplir con todas las posiciones en cuanto manual, revista o diario salgan, sin importar que las mas simples y clásicas sean las que mas te gusten, porque… como vas a ser tan fome.

Todos estos son modos de pensar que ya están insertos en nuestra sociedad… y ante los cuales tenemos dos opciones: dejarnos llevar por ellos y sentirnos presionados, complicarnos la vida tratando de hacer lo que los demás nos dicen, tratando de quedar bien con lo establecido o simplemente reaccionar, hacerles frente y dejarlos de lado.

¿Y Qué pasaría si nos olvidáramos de todos estos estándares que nos imponen día a día? Podríamos darnos cuenta de lo que realmente queremos y lo que disfrutamos. La mejor manera de alcanzar el éxito es escoger nuestro propio rumbo, tomar nuestras propias decisiones, elegir aquello que nos llena y que podemos compartir con los que queremos. Crear esa estructura que nosotros mismos elegimos. No se olviden de quien realmente son… de sus anhelos y sueños de niños.

Tenemos que ser auténticos, ser más nosotros, hacer algo nuevo es difícil, pero lográndolo alcanzaremos nuestro propio éxito.

Hay que tener claro que no existe una única y mejor forma de alcanzar la felicidad o llegar al éxito. No hay nada peor que ver a alguien estresándose y complicándose la vida por algo que no es primordial o fundamental en la vida.

La idea es que despierten un poco, acepten su soledad y equivocación y que comiencen a mejorar su vida… pensando no solo en ustedes, sino también en las personas que aman, ya que el amor… es lo que más vale.

"...éxito; esa cosa vulgar, de mal gusto e irritante que tantos envidian."
H. G. Wells


Desde que nacemos, nos muestran la importancia de ser una persona exitosa en la vida y a medida que vamos creciendo se nos enseña en todos lados que en una sociedad capitalista como esta, se consigue el éxito a través de los bienes materiales.
Debido a que en cada momento se nos recuerda que el éxito en la sociedad consiste en aumentar el capital propio, las personas que viven con lo justo, quieren salir de su inestabilidad, pero cuando llegue a un “mejor estatus” no se conformará y nuevamente querrá más, dejando de lado a su familia, desperdiciando momentos que pudieron haber sido felices.
¿Qué pasaría si nos olvidáramos de todos estos estándares que nos imponen día a día? Podríamos darnos cuenta de lo que realmente queremos y lo que disfrutamos ya que hay que tener claro que no existe una única y mejor forma de alcanzar la felicidad o llegar al éxito

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